cosmética

Tinte en casa con henna Radhe Shyam (cobre natural)

¡Feliz viernes, familia!

Hoy vengo con un post algo distinto a lo que os tengo habituados, y es que, al ver que últimamente se han puesto bastante de moda los tintes naturales e incluso marcas como Garnier han sacado los suyos propios, me ha parecido una buena idea hablaros del tinte que estoy usando yo desde este verano.

Para empezar, os comento que yo antes me tintaba con tintes normales, pero al final decidí darle un descanso a mi melena porque se estaba dañando demasiado (tengo el cabello muy fino y bastante frágil) y además con la dermatitis del cuero cabelludo tampoco es demasiado recomendable utilizar tintes.

Ya hacía tiempo que había oído hablar del uso de henna para tintar el pelo, pero todavía no me había atrevido a probarla hasta que este verano, aconsejada por una amiga, compré un paquete y me puse al lío.

La que yo uso es esta de la marca Radhe Shyam, ya que tiene la cantidad perfecta para un uso (al menos en mi caso, con una melena larga, si tenéis el pelo corto con media bolsita es suficiente y lo que sobra lo podéis guardar) y, además, tiene muy buen precio (a mí me costó 4,54€ en en el herbolario Casa Pià, pero la venden en muchísimos otros herbolarios a este precio).

En el paquete viene una bolsita con la henna, que en realidad es un polvillo verde muy curioso y con un olor muy característico 😂, unos guantes de plástico y un gorro de ducha de usar y tirar que nos hacen el apaño para aplicarla. Si al abrir la caja veis que hay algo de henna suelta no os asustéis, es bastante normal que pase y no significa que la bolsa esté rota (de todas formas, comprobad por si acaso).

En mi caso, utilizo el color cobre natural, pero hay muchos otros (castaño claro y oscuro, rubio, negro… En estos casos, si no me equivoco, la henna se combina con otras plantas).

A continuación os cuento cómo preparo la henna de color cobre:

🔹 Pongo todo el contenido de la bolsita en un cacharro (importante que sea de plástico u otro material que no sea de metal, tanto el cacharro como todo con lo que vayamos a tocar la henna, ya que si no se puede alterar el color).

🔹 Primero le añado el zumo de medio limón (o de uno, si es pequeño) y lo mezclo un poco. Tengo entendido que esto es porque el ácido ayuda a que la henna suelte más el pigmento.

🔹 También le añado un poquito de aceite de coco si tengo por casa, para que hidrate un poco el cabello durante la aplicación (este paso es prescindible, don’t worry).

🔹 Después, pongo agua a hervir (cantidad a ojo, en un cazo pequeño) y le añado una bolsita de té rojo para potenciar el color de la henna, que en mi caso es color cobre. Si es de otro color no hace falta que le pongáis el té rojo (desconozco si se aconsejan otras cosas para potenciar el resto de colores).

🔹 Finalmente voy añadiendo el agua caliente a la henna poco a poco y voy mezclando. No puedo deciros cantidades porque no las mido, pero hay que ir añadiendo y mezclando hasta que la textura sea más o menos la de un yogur griego. Ni muy espesa como para que no se pueda extender bien, ni muy líquida como para que gotee. No olvidéis mezclarla con un instrumento de plástico o madera (o de cualquier otro material que no sea metal).

Debo admitir que esta vez se me quedó un poco espesa de más… 🤷🏻‍♀️

🔹 Una vez tengo la henna preparada, tapo el cacharro bien con papel film (o con la tapa si tiene) y la dejo reposar hasta el día siguiente, que es cuando la aplico. Este paso es importante para darle tiempo a la henna a que suelte bien todo el pigmento.

Vale, hasta ahí la preparación. ¡Ahora vamos a la aplicación!

🔹 La aplicación tampoco es complicada, simplemente es importante ponernos ropa que no nos importe manchar y tener un poco de paciencia, porque la henna es conveniente dejarla actuar unas 2 o 3 horas mínimo.

Así es como quedó la camiseta que llevaba puesta, aunque debo decir que después las manchas saltaron bastante bien (la puse a remojo inmediatamente y le froté bien antes de meterla a la lavadora).

🔹 Importantísimo que utilicéis guantes, ya sean los que vienen en la caja u otros que tengáis por casa. Yo suelo utilizar guantes de silicona porque me parecen más cómodos, pero, en cualquier caso, es importante usar guantes porque la henna mancha bastante y se os pueden quedar las manos naranjitas. 😂

🔹 Para aplicarla va un poco a gustos: a mí me gusta cubrir primero bien las raíces con un pincel para poner tinte, y cuando ya las tengo todas cubiertas, el resto lo aplico con las manos mechón a mechón, porque tengo el pelo bastante largo y con el pincel no terminaría nunca. Estuve leyendo que se recomienda tener el cabello limpio porque parece ser que la henna «agarra» más que si lo tenemos sucio. ¡Ah! Y no olvidéis aplicar un poco de vaselina en las sienes, orejas, etc. para evitar que se manche la piel.

🔹 Eso sí, probablemente necesitéis ayuda para cubrir bien la parte de la raíz de detrás de la cabeza, porque si no nos vemos bien es bastante probable que no terminemos de repartir bien la mezcla por esa zona. De todas formas, tened en cuenta que tampoco es súper importante que quede todo perfectamente cubierto, porque el color que deja la henna es mucho más sutil que el de un tinte normal y no se notará demasiado.

🔹 Una vez está todo el cabello embadurnado, ponemos el gorrito de ducha y ya estamos listos para esperar de 2 a 3 horas a que haga su efecto.

🔹 Finalmente, el momento de enjuagar el «potingue» se puede hacer un poco pesado, ya que la henna se seca y se acaba convirtiendo en una especie de barro que cuesta de enjuagar, pero con paciencia se consigue (y con unas 3 pasadas de champú y un buen rato de enjuagar con agua, jejeje). En los siguientes lavados después de tintaros, seguiréis soltando algo de naranjita y os seguirá oliendo un poco el pelo a la henna, pero en una semanita o semanita y media (según los lavados que realicéis) acaba desapareciendo.

🔹 Yo aplico siempre una buena mascarilla o acondicionador después de enjuagar la henna y también en los siguientes lavados, ya que al principio el cabello puede quedar algo áspero (no os preocupéis porque es temporal, después queda súuuuper suave e incluso más sano que antes).


Vale, y ahora, lo más importante: ¿qué tal el resultado?

A mí me parece una pasada, ya llevo 3 tintes con henna y, además de que me camufla bastante bien las canas (muestro foto del antes y después), me encanta el color que queda en el cabello con esos súper reflejos rojos (mi color natural es castaño medio) y, además, desde que me tinto con henna me noto el pelo mucho más sano y las puntas se me estropean menos (y eso que mi cabello es muy fino y se estropea y rompe de mirarlo). Además queda con un brillo súper bonito y el color dura muchísimo. Va perdiendo intensidad con el tiempo, pero no se acaba de ir nunca del todo. De hecho, las canas no vuelven a aparecer más que en la raíz (of course, del pelo que crece nuevo).

Para mí, que ya empiezo a tener unas cuantas canas, con mi cabello fino y frágil y mi dermatitis seborreica, la henna es la mejor solución que he encontrado. Así que, si estáis más o menos en la misma situación y queréis probar un tinte que no sea agresivo con la piel y el cabello, os la recomiendo muy mucho.

En la foto no se aprecia lo suficiente lo bonito que es el color rojizo, pero os aseguro que es puro ❤️

¡No me enrollo más! Espero que el post os haya ayudado y que si os animáis a probar la henna me contéis qué tal os ha ido. 😊

¡Un abrazote y nos leemos en el próximo post!

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